domingo, 24 de abril de 2011

Tra le dita

Es entre los dedos que tengo tu corazón.

Son docientos kilómetros que se vuelven en docientos nanómetros cuando pienso en tí. Te siento la boca deslizarme la piel y así te quiero todo el tiempo. Sueño contigo.

Verte sonreír es maravilloso. Estar contigo y escuchar tu risa es especial. Es único. Es la alegría de mi corazón.

Verte comer, escucharte el habla, las canziones que te salen de esa voz hermosa... todo eso es algo que no tiene explicación.

Es cuando vengo a tí que lo siento, es cuando te tengo en mis brazos que siento lo que es amor.

Verte dormir no tiene precio. Sentirte despertar es mágico. Estar en tus brazos me leva lejos, me deja loca, se me eriza el velo solo al verte a esperarme. Y me besas y me abrazas, y me tienes en tu cielo.

Te tengo entre los dedos. Eres deliciosamente mío.

terça-feira, 5 de abril de 2011

Buenos días, día lunes

Hoy es aquel día gris, de tránsito intenso y bocinas sin fin. Hoy es de estos días cuya sonrisa no está presente. Es un día tan gris que llega a punto de llamarse cenizas del domingo... ¡y como fue lindo el domingo!
El lunes. El día gris. El día ceniciento de la brasa del amor. Llueve, y parece que el agua cubre el carbón que me dió ayer el calor de un cuerpo.
Se me apaga la luz de un día lindo, y lo que me queda es esperar. Entonces me pongo una polera verde, que llene de esperanza mi ser. Que me llene de verdad y alegría.
Sigue el lunes gris y sin la luz del sol, que se me apagó porque hoy no tengo la sonrisa del cuerpo que estuvo conmigo el domingo.
Estoy sin él y le extraño. Le echo de menos. Y la distancia es lo que más me duele.
Ah, ¡día lunes! ¿Por que estás tan lejos del sábado? ¿Por que eres tan gris?
Que venga el fin de semana, que pueda teñir de verde no solo la polera sino mi alma. Y tener de nuevo en mis brazos y mi boca el cuerpo que me hace verdaderamente feliz.
Que te vayas, lunes.